En la clausura del Máster de Derecho Constitucional defiende que “la única idea civilizatoria y humana sobre la que se articula la vida es la idea de la igualdad” y alerta sobre las nuevas formas que atentan contra este principio.
La Presidenta del Consejo de Estado, Carmen Calvo, ha clausurado este jueves la XIII edición del Master Universitario en Derecho Constitucional, con una conferencia titulada “Feminismo jurídico. La obligación de la igualdad”. El acto ha tenido lugar en el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales y han intervenido su Directora, Rosario García Mahamut, y el padrino de la promoción y catedrático emérito de Derecho Constitucional, Manuel Aragón.
Durante su intervención, Calvo ha defendido que “la única idea civilizatoria y humana sobre la que se articula la vida es la idea de la igualdad”, que ha calificado como de “rotunda modernidad y meta que tenemos que alcanzar”. En este sentido, ha asegurado que la libertad es un impulso mientras que la igualdad es “un trabajo colectivo, es una construcción humana”.
En su opinión, ha sido la lucha mantenida por las mujeres en el tiempo por la consecución de esta igualdad la que ha acuñado el término de feminismo: la lucha por la defensa de los derechos de las mujeres frente al machismo y el patriarcado, que han construido un mundo a su medida y al de sus realidades y son ellos quienes reaccionan ante cualquier intento de cambio. “Lo estamos viendo a diario, revistiéndose de nuevas formas”, ha alertado, y las reacciones que estamos viendo “no son porque esté en peligro la libertad como dicen, sino porque no creen en la igualdad”.
“El sustrato del feminismo es la democracia”, ha asegurado Calvo, que ha defendido que la revolución de las mujeres es diferente a otras porque no es violenta y tiene un eje que es el reparto del poder basándose en la democracia. A su juicio, las aportaciones jurídicas que ha hecho el feminismo a la democracia son incuestionables y ahora lo que se está atacando es la igualdad, es esa idea lo que está siendo cuestionada a estas alturas del siglo XXI.
“La democracia está aceptada, pero la igualdad no” y ha concluido su intervención la Presidenta del Consejo de Estado señalando que “la humanidad se juega la igualdad, no la libertad”.
